" ESTAS CUATRO PAREDES APRISIONAN MI CUERPO, PERO NO MI PENSAMIENTO"

MIGUEL ANGEL BELTRAN

lunes, 22 de noviembre de 2010

QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE

jueves 18 de noviembre de 2010

Que alguien me explique por qué en esta audiencia de juicio se contradice la jurisprudencia sentada por la Corte en cuanto a que los nombres de las fuentes humanas deben ser reveladas en instancia de juicio, sin embargo el testigo Venancio Triana se niega a dar el nombre del estudiante (condición que él le atribuyó) de la Universidad Nacional de Colombia, que fue encargado de recaudar información sobre el docente Miguel Ángel Beltrán Villegas, y, peor aún, la juez avala dicho silencio.
Siendo el señor Triana todo un experto en informática, o por lo menos en navegar en Google, quiero que alguien me explique por qué no tiene clara la diferencia entre rutas de acceso y archivos HASH (que palabras mas, palabras menos son huellas digitales).
Yo no sé que hago sentado en una sala de audiencias presenciando un juicio en el cual se juzga a un intelectual por su pensamiento, cuando se han violado todas las garantías procesales, pues, empezaron desconociendo el tratado de extradición entre México y Colombia, se le negaron los recursos de ley al Dr. Beltrán cuando arbitrariamente fue expulsado de Ciudad de México, se le ha desconocido su condición de empleado público a la hora de la reclusión en la penitenciaría, se le imputan cargos a partir de unos computadores obtenidos de manera ilegal en una operación de invasión a territorio extranjero, se obtienen las evidencias alterando la escena del crimen, no se respeta cadena de custodia, sus archivos están en Word (absolutamente manipulables), en los cuales solo hay una, y solo una, alusión al nombre Miguel Ángel, así, sin apellidos y que cotejados con la hoja de vida del Dr. Beltrán no se encuentra la más mínima referencia a las publicaciones que él ha sacado durante su vida académica. Para rematar son ENORMES las inconsistencias en las fechas de los archivos-evidencia cotejados con los registros migratorios y secuencia de comunicaciones allí expuesta (pifias éstas que son aceptada por el testigo). ¿Dónde están los pantallazos del servidor de correo que certifiquen envío, recepción y, en ´últimas, la real existencia de esos tales correos?
No está de más comentar que todos estos documentos son exhibidos como evidencia pero sin cumplir los más mínimos requisitos para ser presentadas y consideradas como tales.
Y si hilamos más delgadito vemos que un documento en poder de la fiscalía que atribuyen al docente como texto instigador a la rebelión, es totalmente diferente a la ponencia que el académico publicó en la revista “Fermentun”. Los 15 primeros párrafos adolecen de cualquier similitud. El mismo testigo Venancio afirma que la única coincidencia es el título y los autores. ¡Válgame Dios! ¿Y entonces que hacemos acá? Hemos tenido que pasar por 18 meses de cárcel para escuchar esta sarta de divagaciones.
Preguntado el testigo sobre el delito que identificó en ese texto, responde que fue “el hacer una crítica y un comentario sobre la historia de las FARC”. ¿En serio, ese fue el delito? Sin formación en filología, ni en semántica, ni en gramática ni en literatura, osa decir que el sentido de ambos documentos es igual. Por eso asoció que alias Jaime Cienfuegos era Miguel Ángel Beltrán Villegas.
El testigo estrella de la fiscalía dice que el registro migratorio señala un destino del profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas pero seguramente se fue para otro lado. Pretende decir algo así como que yo les digo a los controles de inmigración que voy para el África y me ingreso por otra puerta en el avión que va para Asia. ¿Tiene cabida eso en una mente razonable?
Cerremos esta reseña documentando que el intendente Triana acepta que en Colombia hay muchos Miguel Ángel Beltrán V., y que debe haber bastantes historiadores de nombre Miguel Ángel, -mmm, así que el círculo lo cerró arbitrariamente- .
La función debe terminar. ¿Qué espera la justicia para decretar la libertad de un pensador? La inquisición ya perdió su turno. Y con el sacrificio de Copérnico es suficiente.

NOTICIAS DEL JUICIO FINAL

miércoles 17 de noviembre de 2010

Pareciera un título apocalíptico el de esta reseña, y probablemente así lo sea, pero presagiando el derrumbe de todo el montaje que se ha urdido contra el profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, pues es de anotar que incluso hilaridad ha despertado entre los asistentes y partícipes de las audiencias al escuchar el testimonio del intendente Venancio Triana Lozano.
Aunque a decir verdad, lo que más provoca es indignación enterarse que una persona con tan poca formación y torpeza lingüística haya determinado que el Dr. Beltrán es el terrorista que ellos han configurado en sus archivos Word.
Comisionado el intendente Triana para establecer la identidad y actividades de Miguel Ángel, acudió entonces a su más sofisticada herramienta: La internet. En determinado momento comentó este testigo que esta red goza entre ellos de total credibilidad. ¿Qué vamos a hacer con estos investigadores? Creer que internet es 100% fiable ya es demostrativo de sus yerros.
Su trabajo lo desarrolló a partir de una carpeta que fue impresa de un CD, que finalmente nunca se supo de donde salió. Nadie certificó su procedencia ni su autenticidad. Cuyas fechas de cadena de custodia son ridículas.
El policía Venancio Triana desarrolla su testimonio a partir de esa carpeta con la soberana irregularidad de que ha sido firmada por otra persona (Jaime Lizarazo, también miembro de la policía).
Este testigo resultó “sui generis”. Se da el lujo de desordenar a su antojo la evidencia, de opinar, de hacer sugerencias a la juez, de cambiar palabras en la lectura de los textos (situación que varía el sentido), de hablar por celular en los recesos, de hacer verificación de la autenticidad de un documento de 28 páginas en solo 1 minuto y 23 segundos, de proponer enmendaduras en las fechas de las evidencias, de aplazar la audiencia con un simple fax.
Abocados a revisar estos archivos Word nos encontramos con que el juzgado no cuenta con un computador ni un video beam para hacer la respectiva proyección.
Al rato, solucionado este significativo impasse, públicamente se ve que esos archivos han sido manipulados a placer, pues, hasta los subrayados en amarillo que posibilita Word, se muestran sin recato alguno.
La prueba reina que se tiene contra el Dr. Beltrán es una ponencia que fue recogida por alguna página web. Lo curioso es que cada frase textual citada, de autores reconocidos o personajes de la sociedad colombiana, es registrada hasta con el número de página en la cual fue publicada. Nada es ilícito ni oculto. Es todo un análisis histórico-político del conflicto colombiano. Resulta ridículo que se acuse a alguien de terrorista porque ha escrito varios análisis sobre el terrorismo. Sería tanto como decir que quien analiza el fenómeno del sicariato es un sicario. En ese plano habría que llamar a jucio a Eduardo Galeano por sus ideas extremistas expuestas en “Las venas abiertas de América Latina”.
A veces uno tiene la sensación de estar asistiendo a un remedo de juicio: No se cuentan con los implementos tecnológicos necesarios, las pruebas son fotocopias, el abogado de las víctimas durante el desarrollo del juicio mata el tiempo navegando por Facebook y el secretario del juzgado aprovecha para aplicarse gotas en los ojos y se presenta un atasco porque no tenemos quien carajos lea un abstract en inglés y finalmente es el mismo acusado quien le toca leer la prueba en su contra.
Las exhaustivas averiguaciones por Google del intendente determinan que el profesor reside en Bogotá, esto nos recuerda que el juez de garantías le dictó medida de aseguramiento por falta de arraigo.
Para finalizar esta crónica se les recomienda que no se pierdan de asistir a este curioso evento en el cual se imparte justicia, pero sobre todo, porque Miguel Ángel requiere de su acompañamiento en aras de garantizar la transparencia del juicio. Recuerden que va hasta el 25 de noviembre. No se puede guardar la solidaridad para el día del fallo. Hoy más que nunca creemos que el silencio no es una alternativa.

jueves, 4 de noviembre de 2010

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE JUAN MANUEL SANTOS

Estimado señor Presidente: Los abajo firmantes nos dirigimos a Ud. para solicitarle la libertad inmediata del académico colombiano Dr. Miguel Ángel Beltrán. El Dr. Beltrán ha estado encarcelado desde mayo de 2009 sin que se le haya probado delito alguno. Ha sido acusado de "rebelión" y tildado de terrorista por el Estado colombiano; sin embargo, no se ha presentado ninguna prueba que respalde esas acusaciones. Nos preocupa seriamente el hecho de que, como tantos otros en Colombia, el Dr. Beltrán haya sido detenido por sus opiniones políticas antes que por algún delito, de que se le haya privado de su libertad con el fin de silenciarle y de amedrentar a quienes como él quisieran expresar oposición. Creemos que la libertad académica y la libertad de expresión son derechos fundamentales, y que son los pilares de una sociedad democrática; pero la actual detención del Dr. Beltrán muestra que en Colombia no se está respetando ni la una ni la otra.
Por lo tanto, le instamos a que ordene su libertad inmediata. El alto número de presos políticos en las cárceles colombianas - sean académicos, sindicalistas, dirigentes comunitarios u otros activistas de la sociedad civil - desmiente las declaraciones de que el Estado colombiano respeta los derechos humanos.
Le instamos a que ponga fin inmediato a esta situación vergonzosa.

Atentamente,
Professor Sir Richard Roberts, Nobel Prize Winner
Professor Sir John Ball, Sedleian Professor of Natural Philosophy, University of Oxford
Professor Dame Janet Nelson, Emeritus Professor of History, King's College London
Alan Whitaker, President, University and College Union
Terry Hoad, Vice President, University and College Union
Dr Sally Hunt, General Secretary, University and College Union
Professor Jane Aaron, University of Glamorgan
Professor David Allen, Sheffield Hallam University
Professor Sarah Ashwin, London School of Economics
Professor Ruth Aylett, Heriot-Watt University
Professor Sebastian Balfour, London School of Economics
Professor Malcolm Barber, University of Reading
Professor Ann-Marie Bathmaker, West of England University
Professor Gargi Bhattacharyya, Aston University
Professor Andreas Bieler, University of Nottingham
Professor Bob Brecher, University of Brighton
Professor David Broomhead, University of Manchester
Professor David Bunce, Brunel University
Professor Alister Burr, University of York
Professor Paul Busch, University of York
Professor Ray Bush, University of Leeds
Professor Pat Caplan, University of London
Professor Anthony Carbery, University of Edinburgh
Professor David Chadwick, University of Kent
Professor Thomas Collett, University of Sussex
Professor Helen Colley, Manchester Metropolitan University
Professor Mike Coombes, Newcastle University
Professor Christine Cooper, University of Strathclyde
Professor Greville Corbett, University of Surrey
Professor Owen Davies, University of Hertfordshire
Professor Mary Davis, London Metropolitan University
Professor Peter Delves, University College London
Professor Simon Duncan, University of Bradford
Professor Richard Dyer, King's College London
Professor Chris Eilbeck, Heriot-Watt University
Professor Lawrie Elliott, Edinburgh Napier University
Professor Tony Evans, University of Southampton
Professor Stephan Feuchtwang, London School of Economics
Professor Jeremy Field, University of Sussex
Professor Karl Figlio, University of Essex
Professor Rajmil Fischman, Keele University
Professor Roderick Flower, University of London
Professor Steven French, University of Leeds
Professor David George, Swansea University
Professor Andrew Gilbert, University of Exeter
Professor Helen Gilbert, University of London
Professor John Gledhill, University of Manchester
Professor Jonathan Glover, King’s College London
Professor Fernand Gobet, Brunel University
Professor Laurence Goldstein, University of Kent
Professor Jonathan Gosling, University of Exeter
Professor Helen Graham, University of London
Professor Vic Grout, Glyndwr University
Professor Martyn Hammersley, The Open University
Professor Richard Hanley, University of Essex
Professor Malcolm Heggie, University of Sussex
Professor Piers Hellawell, Queen's University Belfast
Professor Stephen Hodkinson, University of Nottingham
Professor Martin Hooper, University of Edinburgh
Professor Jim Howie, Heriot-Watt University
Professor Rhys Jenkins, University of East Anglia
Professor Heather Joshi, University of London
Professor Anahid Kassabian, University of Liverpool
Professor Christopher Knusel, University of Exeter
Professor Ailsa Land, London School of Economics
Professor Vicky Lebeau, University of Sussex
Professor Robert Lee, University of Liverpool
Professor David Lewis, Middlesex University
Professor Wanda Lewis, University of Warwick
Professor Niall Logan, Glasgow Caledonian University
Professor Stuart Macdonald, University of Sheffield
Professor Christine MacLeod, University of Bristol
Professor Luke Martell, University of Sussex
Professor Doreen Massey, The Open University
Professor Eric Matthews, University of Aberdeen
Professor Tim May, University of Salford
Professor Daphne McCulloch, Glasgow Caledonian University
Professor Mary McMurran, University of Nottingham
Professor Elizabeth Meehan, Queen's University Belfast
Professor Sara Mills, Sheffield Hallam University
Professor David Mond, University of Warwick
Professor James Montgomery, University of Cambridge
Professor Adrian Moore, University of Oxford
Professor Gareth Morgan, Sheffield Hallam University
Professor Maurice Mulvenna, University of Ulster
Professor Laura Mulvey, University of London
Professor Isobel Murray, University of Aberdeen
Professor Alistair Mutch, Nottingham Trent University
Professor Stephen Nugent, University of London
Professor Eric Olson, University of Sheffield
Professor John O'Neill, University of Manchester
Professor Bill Overton, Loughborough University
Professor Andy Penaluna, Swansea Metropolitan University
Professor Hilary Povey, Sheffield Hallam University
Professor Paul Preston, London School of Economics
Professor Gesine Reinert, University of Oxford
Professor Jonathan Rosenhead, London School of Economics
Professor Raphael Salkie, University of Brighton
Professor Andrew Sayer, Lancaster University
Professor Michael Shaw, University of Reading
Professor David Simon, University of London
Professor Martin Sinha, University of Southampton
Professor Nick Smirnoff, University of Exeter
Professor Alan Sokal, University College London
Professor Kirsten Stalker, University of Strathclyde
Professor Trevor Stuart, Imperial College London
Professor Peter Taylor-Gooby, University of Kent
Professor Richard Thomas, Imperial College London
Professor Jon Tonge, University of Liverpool
Professor Colin Torrance, University of Glamorgan
Professor Joy Townsend, University of London
Professor Geoffrey Turner, University of Sheffield
Professor Carole-Anne Upton, University of Ulster
Professor Peter Wade, University of Manchester
Professor Philip Wadler, University of Edinburgh
Professor Judy Wajcman, London School of Economics
Professor Paul Ward, University of Huddersfield
Professor David Wiles, University of London
Professor Andrew Williams, University of Warwick
Professor Jocelyn Wogan-Browne, University of York

Y más de mil académicos británicos más
(Lista completa disponible en www.ucu.org.uk)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CARTA PÚBLICA

“Ad portas” de finalizar la primera década del siglo XXI, Colombia llega entregada al más nocivo sectarismo, representativo de la polarización que vivimos y que ha condenado al país a medio siglo de conflicto, con un recaudo de centenares de muertos, desaparecidos, desplazados, viudas, huérfanos y minusválidos.

Sin embargo, la lección aún no se aprende y esa visión obtusa se hace caldo de cultivo para atizar el “fuego cruzado” en todas sus manifestaciones. Prueba de ello es el boletín autodenominado B1, en el cual se sigue satanizando el pensamiento crítico.

Esta nación debería aprender a entrar en conflicto y así mismo dirimirlo. La sociedad no debe temerle al conflicto, pues, desde una perspectiva dialéctica, le daría dinamismo en aras de superar tantas inercias. Pero, contenidos como los de B1 demuestran que algunos sectores siguen aferrados al modelo de sociedad hermético y, por ende, estático.

De cualquier forma, si nosotros propendemos por la libertad de ideología, pues, no podemos condenar las demás lógicas de pensamiento, aunque nos parezcan retrógradas. En ese sentido, esa posición nos da la investidura para exigir que no se condene al paredón a quienes, por capricho del anterior gobierno, de la noche a la mañana nos vemos inmersos en la defensa jurídica y del buen nombre de un familiar, cuyo gran delito ha sido estudiar desde una perspectiva académica, el conflicto colombiano, sus causas y sus consecuencias.

Calificativos de “asesino” , para un intelectual, es más que significativo del tipo de sociedad que tenemos. Lo preocupante es que estas publicaciones funjan como disparos a “boca de jarro” sobre mentes desprevenidas que asumen como verdad todo lo que allí está consignado.

¿Hasta cuándo seguiremos en Colombia tomándonos la justicia por nuestras propias manos? Acaso el “Principio de presunción de inocencia” y el “debido proceso” son letra muerta?

El profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, a la luz de la justicia colombiana e internacional, es un sindicado y todos los cargos imputados son objeto de discusión. Por tanto, los autores anónimos del pasquín B1, no tienen derecho a confundir a la opinión pública, dando por hecho que todos los supuestos correos son reales y que esos textos en archivo Word no han sido objeto de manipulaciones.

Amparados en un principio de igualdad, nos permitimos manifestar la plena convicción de su inocencia, en la medida en que no existen pruebas tangibles para acusarlo ni circunstancias de tiempo, modo y lugar que puedan implicar al Dr. Beltrán.

Denunciamos estos folletines como una manifestación de guerra sucia que busca confundir a la opinión pública, pero por sobre todo, que atenta contra la integridad física y mental del profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas y toda su familia.

Fundamentalmente, nuestro llamado es a la cordura, la tolerancia y el respeto por la dignidad del ser humano. En brindar espacio a la diferencia, el reconocimiento del “otro”, hará de nuestra sociedad una más consistente y minimizará el nivel de agresividad que nos condena al ostracismo. Ahora más que nunca, consideramos que el silencio no es una alternativa.


FAMILIA BELTRÁN VILLEGAS

RESPUESTA FAMILIAR AL ARTICULO "LOS ALFILES DE LAS FARC"

Bogotá, Septiembre 24 de 2010


Señor

CESAR AUGUSTO CASTAÑO

Columnista On Line

REVISTA SEMANA

Ciudad

Respetado señor:

En su columna de opinión de la revista Semana, versión electrónica, titulada: “Los alfiles de las FARC”, usted hace referencia al caso de “Jaime Cienfuegos” como “un académico dedicado a reclutar universitarios especialmente extranjeros. Un personaje que se autoproclama “pensador crítico” perseguido por el establecimiento, pero cuyo papel ha ido más allá de simples afinidades políticas. Él, como tantos otros, aprovechaba su condición académica para planear acciones o conseguir apoyos financieros en el exterior, todo en beneficio de la causa armada”.

Ante dicha afirmación que con tanta contundencia usted realiza, nos preguntamos si ¿usted ya sabe quién es el señor Jaime Cienfuegos?, porqué nos serviría mucho para la defensa del caso que se adelanta contra el profesor universitario de la Universidad Nacional de Colombia, Miguel Ángel Beltrán Villegas, que ha sido acusado de ser “Jaime Cienfuegos”, y que coincide en su escrito en ser “académico” y “pensador crítico perseguido por el establecimiento”.

Ya que sus fuentes parecen ser de primera mano, nos extraña que no haya complementado su artículo divulgando el falso positivo judicial del que es víctima el distinguido académico, colega, amigo y familiar, Miguel Ángel Beltrán Villegas, a quien acusan falsamente de ser “Jaime Cienfuegos”. Nos preocupa si está omisión fue deliberada, ya que entonces su artículo sería otra más de las condenas mediáticas al profesor y por lo tanto, una violación flagrante a su presunción de inocencia y debido proceso.

Todo lleva a indicar en su artículo, que así fue, por un lado, una consulta rápida en internet, lo podría haber llevado al juicio que se adelanta contra el profesor Miguel Ángel Beltrán, acusándolo de ser “Jaime Cienfuegos”, y haberse dado cuenta de la cantidad de arbitrariedades que el proceso y las audiencias de juicio iniciales han demostrado.

Una opinión sensata, indaga las distintas fuentes que se encuentran a disposición, lo cual es claro que su artículo no refleja, y para intentar demostrar sus tesis, utiliza como un aparente ejemplo el de un tal “Jaime Cienfuegos”, asumiendo que ésta persona no sólo existe, sino que es académico, pensador critico, y hace parte de las FARC.

Si el único proceso que existe frente a un supuesto alias “Jaime Cienfuegos” es contra el profesor Miguel Ángel Beltrán, está usted, realizando una acusación directa al mismo, lo cual nos parece inconcebible, irresponsable, falta a la verdad y a la ética.

Por lo tanto, tal como ha pasado con otros periodistas y columnistas que han tenido que abstenerse de hacer estos juicios de condena, le exigimos que aclare a quién se está refiriendo cuando habla de un tal “Jaime Cienfuegos”, porque si es un proceso contra otra persona distinta a Miguel Ángel Beltrán Villegas, es importante que se rinda esta declaración en el juicio, si por el contrario usted se refiere al caso de Miguel Ángel Beltrán Villegas, tiene el deber ético y moral de rectificar su información, ya que pone en serio riesgo la vida e integridad del destacado profesor, su familia y allegado.



FAMILIA BELTRAN VILLEGAS

ARTICULO SEMANA.COM Académicos piden a Colombia que libere a un colega acusado de pertenecer a las Farc

Académicos piden a Colombia que libere a un colega acusado de pertenecer a las Farc

CONFLICTO 
Más de mil académicos británicos hicieron un llamamiento al presidente Juan Manuel Santos para que libere a su colega Miguel Ángel Beltrán, acusado de pertenecer a las Farc.,

Miércoles 3 Noviembre 2010Según la organización Justice For Colombia en un comunicado emitido en Londres, miles de académicos se reunieron para pedirle al presidente Juan Manuel Santos que libere a su colega Miguel Ángel Beltrán, acusado de ser miembro de las Farc.



En una carta abierta dirigida al Presidente los firmantes exigen la liberación inmediata de Beltrán, encarcelado desde mayo de 2009 sin haber sido condenado por ningún delito.



Entre los autores de la misiva se encuentra un Premio Nobel, Richard Roberts, más de cien profesores universitarios de renombre y otros centenares de académicos, entre los que figuran varios expertos sobre América Latina.



A su juicio, Beltrán "ha sido detenido por sus opiniones políticas antes que por algún delito" y "se le ha privado de su libertad con el fin de silenciarlo".



Acusan también a las autoridades de Colombia de violar la libertad académica y la libertad de expresión y señalan que "el alto número de presos políticos en las cárceles colombianos desmiente las declaraciones de que el Estado colombiano respeta los derechos humanos".



Sally Hunt, líder de la Asociación británica de Profesores Universitarios, asegura en la nota que Beltrán es "un hombre inocente encarcelado por un régimen intolerante que está resuelto a suprimir toda crítica".



"Es hora de que la comunidad internacional denuncie lo que está pasando en Colombia y de que las autoridades colombianas lo liberen, así como a todos los demás presos políticos", indica Hunt.



Al igual que Beltrán, miles de personas se encuentran detenidas en las cárceles colombianas acusadas de "rebelión", según Justice For Colombia.



EFE

MENSAJE DE NICOLAS CASTRO

Mmh.. bueno, no estoy muy seguro de a quien me estoy dirigiendo, ya que es muy dificil que en maxima seguridad el profesor Miguel Angel cuente con acceso a Internet en la Picota. Sin embargo, quien sea que este recibiendo este mensaje, si es posible, por favor, que se lo haga llegar a el, le estaria muy agradecido.




El motivo de mi mensaje es muy sencillo; Mi nombre, Nicolas Castro Plested, es el nombre de la persona que el gobierno de Alvaro Uribe Velez utilizo para otro de sus macabros falsos positivos: Yo soy la persona que fue acusada de conspirar masivamente para matar a Jeronimo Uribe (Instigacion a delinquir con agravante en homocidio y fines terroristas) Ya estuve en la Picota una vez, ya recupere mi libertad, y aun continuo luchando por mantenerme firme y no desfallecer en este camino tan dificil que supone un proceso juridico, puesto que me falta el Juicio, que se producira el 16 de noviembre, y cuyo evento no deja de causar una enorme zozobra, una ansiedad a veces muy dificil de tolerar. Pero, independientemente de esa dificultad, aun me mantengo firme, y aun mantengo mi decision de nunca jamas darles el gusto de aceptar algo que no hice a cambio de mi libertad ni de nada; Nunca colaborare con ellos y nunca me rendire en mi afan de luchar por la libertad y la dignidad de los muchos miles que ellos, las mafias politicas de este pais, atropeyan y ofenden con sus maneras y sus actos desleales, reprobables, inmorales. Quiero sencillamente, decirle que esa frase que tanto escuchamos los prisioneros politicos es muy cierta: "No esta solo". No estamos solos. Yo me he sentido muy solo en esto, y se que a veces es bueno saber que hay otros luchando, resistiendo, buscando la manera de poder romper las barreras del gran presidio que vivimos todos en Colombia. Le envio todos mis buenos deseos, y espero que recupere su libertad pronto, para que pueda seguir luchando por sus ideales, que estoy seguro, son muy similares a los mios, pues basicamente, los mios no buscan otra cosa que lo que mas valoro en este momento, y que tan dificil de visualizar resulta: Libertad.



Nicolas Castro Plested.

CARTA DEL PARLAMENTO EUROPEO AL FISCAL GENERAL

Fiscal General

C/o Embajada Colombiana

3 Hans Crescent

Londres

SW1X 0LN





27 Agosto 2010





Estimado Fiscal General,



Le escribimos para expresar nuestra preocupación acerca de la situación de los presos políticos en Colombia.



Recientemente visitamos y escuchamos testimonios de varios presos políticos en su país, incluido el profesor universitario Dr Miguel Ángel Beltrán (detenido en la cárcel La Picota) y sindicalista Liliany Obando junta con otras presas políticas detenidas en la cárcel Buen Pastor.



Dr. Beltrán ha sido detenido durante más de un año, Sra. Obando durante más de dos. Ambos son acusados de rebelión, sin embargo ninguno ha sido condenado.



Los dos procesos están basados sobre supuesta evidencia en unos computadores capturados, los cuales supuestamente pertenecían al comandante de las FARC, Raúl Reyes. Sin embargo, en agosto 4 2010 en una audiencia como parte del proceso contra Sra. Obando, un testigo del fiscal, el investigador de la policía, Mayor Ronald Coy, admitió el haber manipulado los archivos en los computadores antes de entregarlos a la Fiscalía General. Esto confirma que los procesos están basados en evidencia falsa.



Es nuestra opinión, que el hecho de que haya habido manipulación de la evidencia por las autoridades, así como la negación del debido proceso en los dos casos, confirma la inocencia de los dos detenidos y que hayan sido detenidos por razones políticas. Es decir, que están encarcelados con el objetivo de silenciarlos.



Por lo tanto, pedimos que nos explique por qué Dr. Beltrán y Liliany Obando siguen encarcelados sin que haya evidencia legítima en su contra. Así mismo, esperamos que ponga fin a esta injusticia y que dé la orden para que los dos estén puestos en libertad inmediatamente.



Esperamos su respuesta con anticipación,



Atentamente,



Christine Blower, Secretaria General de la Unión Nacional de Maestros (NUT)

Stephen Cavalier, Presidente de Thompsons Solicitors

Ole Christensen, Miembro del Parlamento Europeo representando a Dinamarca

Benjamin Davis, Director de Asuntos Internacionales para el Sindicato de Acero (USW)

Jeremy Dear, Secretario General de la Unión Nacional de Periodistas (NUJ)

Ana Gomes, Miembro del Parlamento Europeo representando a Portugal

Billy Hayes, Secretario General de la Unión de Trabajadores de Comunicaciones (CWU)

Eric Joyce, Miembro del Parlamento en el Reino Unido

Bernd Lange, Miembro del Parlamento Europeo representando a Alemania

Tony Lloyd, Miembro del Parlamento en el Reino Unido

Jack O’Connor, Presidente de la Central Sindical Irlandés (ICTU)

Jyrki Raina, Secretario General de la Federación Internacional de Trabajadores Metalúrgicos (IMF)

Evelyn Regner, miembro del Parlamento Europeo representando a Austria

Alan Ritchie, Secretario General de la Unión británica de Construcción, Industrias Aliadas y Técnicas (UCATT)

John Smith, Presidente de la Federación Internacional de Músicos (FIM)

Gianni Vattimo, Miembro del Parlamento Europeo representando a Italia

Peter Waldorff, Secretario General de Internacional Servicios Públicos (PSI)

Spencer Wood, Socio principal en OH Parsons

Matt Wrack, Secretario General de la Unión de Bomberos (FBU)







cc: Rt Hon William Hague MP, Secretario de Estado para Asuntos Extranjeros

Amnestia Internacional

H.E. John Dew, Embajador británico a Colombia

Brendan Barber, Secretario General del Central Sindical Británico