" ESTAS CUATRO PAREDES APRISIONAN MI CUERPO, PERO NO MI PENSAMIENTO"

MIGUEL ANGEL BELTRAN

lunes, 27 de febrero de 2012

RESEÑA DE LA SEGUNDA EDICION DEL LIBRO "CRONICAS DEL OTRO CAMBUCHE" DE MIGUEL ANGEL BELTRAN VILLEGAS

PUBLICADO POR LA EDITORIAL DE LA ASOCIACION SINDICAL DE PROFESORES UNIVERSITARIOS EN BOGOTA 2011.

POR LAURA ROJAS ESCOBAR*
La Reseña se publicó en la Revista Nuevo Foro Penal 75 de la Universiad EAFIT

“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.” Bertolt Brecht

Si bien el texto que se reseña no es un libro científico sobre Derecho penal, el perfil de la Revista Nuevo Foro permite incluir discusiones interdisciplinarias que, en un sentido amplio, fomenten reflexiones sobre el proceso, la ejecución de la pena y en general de todo el mecanismo punitivo. Al leerse la historia del profesor Beltrán y tras su caso, el de miles de detenidos por razones políticas (1), se hace una radiografía espeluznante del estado de cosas del sistema penal colombiano y, por ende, un acercamiento desde la mirada sociológica a uno de los principales conflictos de esta área del Derecho.

La importancia, más allá del éxito que tuvo la primera edición entre las aulas universitarias colombo-mexicanas, la cual se agotó tras escasos 3 meses de estar en circulación, es la reflexión sobre el papel de la opinión pública en casos polémicos como el aquí narrado, donde el turno de la mediatización de la libertad es para el profesor de la Universidad Nacional de Colombia, sindicado de ser alias “Jaime cien fuegos“, un perseguido guerrillero de las FARC.

El libro, escrito desde la cárcel, está dividido en VI partes, en las cuales se relata detalladamente, no sólo quién es el autor, su camino en las aulas universitarias como el reconocido académico que es, diversos testimonios crueles de la realidad penitenciaria, reflexiones puntuales desde la cárcel, y la re-victimización sufrida por él y su familia con la condena “a priori” que de su situación hicieron los principales medios de comunicación del país(2); sino también la recopilación de las diversas voces de solidaridad que exigieron su libertad inmediata.

De esta forma, se inicia el recorrido con el primer contacto con la cárcel que tuvo el estudiante de sociología que fue Miguel Ángel Beltrán, en la época en la que Turbay Ayala fue presidente de Colombia y estaba en pleno apogeo el “Estatuto de seguridad”. Así, la visita a un amigo en “La Modelo” de Bogotá, le enseñó mediante la experiencia los efectos estigmatizadores de estar preso. Sin embargo, la aprehensión de la realidad carcelaria la obtuvo tras el infortunio de ser detenido después de una manifestación en la cual participaba, brindándole al relato, desde una perspectiva neutral, la mirada del ciudadano que se enfrenta, al expresar sus ideales -para el caso de izquierda-, a la realidad de un Estado opresor.

Posteriormente está el detalle, también desde la perspectiva de quien no tiene conocimiento jurídico alguno, del proceso penal en contra de “Cienfuegos”. Partiendo audiencia por audiencia de la relación que él encuentra con la sacralización que de los ritos hace la Iglesia Católica, pueden leerse, aunque éste no sea el propósito, los problemas en clave a las garantías del imputado. Cabe aclarar, que las referencias a las complicaciones procesales no son presentadas con el tecnicismo del jurista. No obstante, la angustia de no entender las formas y sobre todo, la injusticia que subyace a la poca participación que tiene el sindicado en el proceso, es una referencia importante a cómo se transportan al plano del ser las teorías construidas desde la dogmática jurídica.

Continua el libro con una recopilación de testimonios de otros presos políticos, y especialmente, el relato de cómo se vivió en prisión la muerte de Jorge Briceño Suárez, alias “Mono Jojoy”(3) , uno de los combatientes más antiguos de la guerrilla de las FARC. En este acápite se permite un acercamiento directo a las fuentes, sin la dificultad que supone en el campo de la libertad la convivencia con los actores del conflicto para fines académicos, puesto que al estar en la misma condición de detenidos, se supera el prejuicio social que trae implícito el trabajo de campo al que se enfrentan la mayoría de sociólogos.

Finalmente, la última parte recoge una perspectiva personal del autor, puesto que se presentan cartas tanto escritas por él desde prisión, como escritas por quienes de una forma bastante emotiva le demuestran su solidaridad.

Son 321 páginas llenas de dignidad y de dolor, pero también de esperanza y lucha. Puede afirmarse que es una obra de construcción colectiva, a pesar de que quien escribe es el mismo protagonista, puesto que en la defensa de la libertad de cátedra, del pensamiento crítico y de la posibilidad de investigar y estudiar el conflicto sin sesgos oficiales, miles de personas han estado acompañando a Miguel Ángel durante los más de 24 meses de detención, no sólo con campañas de reivindicación sino con la valentía de vencer el miedo a como se ha manejado en Colombia esta tendencia global de considerar a cualquiera que piense diferente como terrorista.

El profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas asociado al departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, comienza las vivencias que dan lugar a este libro el 22 de mayo de 2009, en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración de Ciudad de México, donde se encontraba voluntariamente tratando de legalizar su permanencia en este país (4) (trámite que adelantaba desde 9 meses atrás) cuando fue detenido arbitrariamente y extraditado a Colombia, en una clara extralimitación de funciones y durante un procedimiento violatorio de todos sus derechos, y claramente, sin contar con la asistencia de un abogado que le facilitara la defensa.

Apoyados en supuestas 151 evidencias encontradas en el material electrónico del líder guerrillero Luis Edgar Devia Silva, alias Raúl Reyes (5), un juez con función de garantías de Bogotá se dispuso a legalizar la supuesta captura del profesor Beltrán y posteriormente se le imputaron los cargos de rebelión y concierto para delinquir con fines terroristas, apoyados en la supuesta certeza que tenía la unidad nacional de antiterrorismo de la fiscalía que llevaba el caso, de que alias Cienfuegos y el profesor eran la misma persona.

No obstante la sentencia de la Corte Constitucional colombiana (6) en la que se invalidaba por mal manejo, medidos según estándares internacionales, el tratamiento dado a la memoria RAM, disco duro y dispositivos de almacenamiento masivo, base fundamental de las evidencias en contra del profesor; el 3 de junio de 2011 recobra su libertad, después de una sentencia absolutoria del juez de instancia, y de haberse logrado probar su inocencia.

Finalmente, a pesar de que el libro fue escrito durante su permanencia en la prisión y que por obvias razones no cuenta con el afortunado desenlace y de su perspectiva inmediata, se recalca la necesidad de repensar este tipo de tópicos, porque como dice MIGUEL DE UNAMUNO “Hay momentos en que callar es mentir”.


* Estudiante de octavo semestre de Derecho, Universidad EAFIT, Medellín, Colombia.

(1) Según datos de diferentes organizaciones de DDHH en Colombia, se estima como valor aproximado, que entre 7500 y 9800 detenidos son por razones políticas. Ver: http://www.traspasalosmuros.net/node/490, http://www.revistapueblos.org/spip.php?article100 , http://www.comitedesolidaridad.com/index.php?option=com_content&view=article&id=564:15-de-octubre-dia-nacional-del-preso-politico&catid=32:acciones-urgentes&Itemid=68, consultados el 1 de noviembre de 2011.

(2) Ver por ejemplo la columna de Salud Hernández publicada el 25 de junio de 2011 en el periódico El Tiempo titulada “El profesor de las Farc”:
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/saludhernndezmora/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-9725306.html (Consultada el 02 de noviembre de 2011); la columna de Rafael Nieto Loaiza publicada el 5 de junio de 2011 en el periódico El Colombiano el 5 de junio de 2011 titulada “La “justicia” que sufrimos”: http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/la_justicia_que_sufrimos/la_justicia_que_sufrimos.asp (Consultada el 02 de noviembre de 2011), y el artículo escrito por Cesar Augusto Castaño publicado en semana.com el 6 de septiembre 2010 titulado “Los alfiles de las Farc”: http://www.semana.com/opinion/alfiles-farc/144131-3.aspx (Consultada el 02 de noviembre de 2011).

(3) Consecuencia del operativo militar denominado “Operación Sodoma” en una zona cercana a la Serranía de la Macarena el 22 de septiembre de 2010. Ver más en: http://www.eltiempo.com/noticias/muerte-mono-jojoy, http://www.semana.com/nacion/operacion-sodoma-dio-muerte-jojoy/144996-3.aspx (Consultadas el 03 de noviembre de 2011).

(4) Dado que realizaba una estancia postdoctoral en el Centro de estudios latinoamericanos CELA de la Universidad Autónoma de México UNAM.

(5) La evidencia física y los elementos materiales probatorios obtenidos por los investigadores de la Dijijn, fueron incautados de los computadores de alias Raúl Reyes, durante el bombardeo a su campamento ocurrido el 1 de marzo de 2008 en territorio ecuatoriano. Fuente: http://www.semana.com/on-line/raul-reyes-canciller-miembro-del-secretariado-farc-muerto-combate-ecuador/109821-3.aspx , consultado el 1 de noviembre de 2011

(6) Sentencia C-334 de 2010, Magistrado ponente Juan Carlos Henao Pérez.

3 comentarios:

  1. Laura Rojas Escobarfebrero 27, 2012 8:17 p. m.

    Adiciono: La reseña fue publicada en la Revista Nuevo Foro Penal 75 de la Universidad EAFIT de Medellín.

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  2. Me parece interesante la reseña y me alegra que lo haya hecho alguien de una universidad privada como Eafit. Lo que quiere decir que el pensamiento crítico no solo está en las universidades públicas. A los que manejan este blog quisier preguntarles si no es posible que publiquen una versión digital del libro, ya que muchos nos hemos quedado sin la posibilidd de comprarlo, pues se agotó muy rápido.

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