" ESTAS CUATRO PAREDES APRISIONAN MI CUERPO, PERO NO MI PENSAMIENTO"

MIGUEL ANGEL BELTRAN

sábado, 11 de agosto de 2012

ENTREVISTA PROFESOR MIGUEL ANGEL BELTRAN

MIÉRCOLES, 8 DE AGOSTO DE 2012
“A pesar de las limitaciones del Estado, en Colombia las universidades públicas han sido un espacio crítico, donde se dieron manifestaciones importantes como expresión de oposición y de pluralismo”
Publicado por Walter Barboza
Miguel Ángel Beltrán es un docente universitario e investigador colombiano que recorre América Latina no por una decisión política, sino por la amenaza de muerte que pesa sobre él desde que hace algunos años comenzara a desarrollar sus trabajos de investigación sociológica sobre la guerrilla colombiana. Beltrán es miembro de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU), una organización gremial con una larga tradición de lucha en Colombia que forma parte activa de la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL).

Su periplo comenzó cuando en el año 2008 se encontraba desarrollando una estancia posdoctoral en México, invitado por el Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Universidad NacionalAutónoma de ese país. En ese contexto fue secuestrado por las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), en un operativo conjunto con los organismos de inteligencia del Estado Colombiano, trasladado a Bogotá y presentado ante la opinión pública como un importante jefe guerrillero que operaba bajo el alias de “Jaime Cienfuegos”. Su aprensión, que contó con una fuerte campaña de prensa en favor de su arresto, se produjo bajo los cargos de “rebelión” y “concierto para delinquir”. La misma, que fuera utilizada por el presidente Álvaro Uribe para exhibirlo como un terrorista internacional, se llevó a cabo en un marco en el que los docentes universitarios que desarrollan una tarea autónoma del poder estatal, y orientada a abordar las principales problemáticas colombianas, son fuertemente cuestionados por su actividad.

Nunca hubo pruebas para su encarcelamiento. Le iniciaron un proceso judicial a partir de supuestos documentos que lo vinculaban a la guerrilla colombiana. Esas pruebas eran en realidad sus “escritos académicos” y una computadora que presuntamente pertenecía al fallecido jefe guerrillero Raúl Reyes. Aseveración que nunca fue comprobada.

Con su detención es imposible soslayar otros datos que describen la continuidad de las políticas que los distintos gobiernos de los Estados Unidos han diseñado para América Latina: “Doctrina Monroe”, “diplomacia del dólar”, “política del garrote”, “política del buen vecino”, “Doctrina de la Seguridad nacional”, “Consenso de Washington”. Ellas describen las regularidades del comportamiento de Estados Unidos frente a los distintos procesos políticos desarrollados por los gobiernos de Centro América y el Cono Sur durante gran parte de los siglos XIX y XX.

A Beltrán, de profesión sociólogo, no se le escapa el marco histórico. Por el contrario, en algunas de sus exposiciones a nivel internacional, en las que ha denunciado su detención como parte de una campaña del gobierno colombiano, ha señalado que los gobernantes de su nación “se ufanan de contar con uno de los países de más larga estabilidad democrática en el continente”. Mientras en los últimos cien años, países como Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia padecieron cruentas dictaduras, Colombia vivió, hace más de medio siglo un golpe militar que en su momento fue calificado de golpe de opinión y desde entonces se ha celebrado ininterrumpidamente elecciones, contando desde 1991 con una nueva Constitución Política que consagró una serie de mecanismos para la protección de los Derechos Humanos y la participación popular; el reconocimiento de los derechos culturales y territoriales a las minorías étnicas y el promocionado impulso a procesos de negociación con movimientos armados, que han concluido en su desmovilización, permitiendo que algunos de sus dirigentes hoy día hagan parte del aparato estatal. Pero detrás de esta ficción democrática se esconde una cruda realidad: el estado colombiano cuenta con uno de los ejércitos que recibe mayor ayuda de los Estados Unidos en el mundo y que han sido los responsables del asesinato de miles de compatriotas. La ONU reconoce cerca de sesenta mil desaparecidos en el país; mientras que la cifra de desplazados por los grupos paramilitares –en connivencia con el Estado- supera los cinco millones de personas. Desde la creación de la Central Unitarias de Trabajadores (CUT) en 1986 han sido asesinados cerca de tres mil sindicalistas. Las organizaciones de Derechos Humanos han puesto de presentes que el 60% de los sindicalistas asesinados en el mundo son colombianos. Todo esto como parte de una estrategia de terrorismo de Estado que criminaliza cualquier expresión de oposición política y social, y que persigue el pensamiento crítico”.

Beltrán será uno de los panelistas que intervendrá en las actividades previstas para el desarrollo del Congreso Mundial organizado por la Internacional de la Educación (IE) en la República Argentina.

De visita en la Argentina, y de paso por la sede de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), mantuvo una reunión con la conducción de la Federación en la que recibió el apoyo y el respaldo de sus dirigentes, la que quedó expresada en un documento que será enviado a las autoridades de la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL) y difundida en foros y encuentros de carácter internacional.

1 comentario:

  1. Interesante la narrativa, pero, no se hace ninguna alusión a sus supuestos vinculos con la guerrilla colombiana, y no precisamente para hacer estudios de campo.

    Parece comprobada su alineación doctrinaria y personal con aquellos personajes que han quitado vida y oportunidades a los colombianos.

    Los datos circunstaciales sobre la información privilegiada y sus vinculos con alias "Raul Reyes" deberian ser mencionados en su documento y refutados o explicados.

    Si bien todos somos inocentes hasta que se compruebe lo contrario no deja se ser sospechoso el cúmulo de coincidencias y encuentros con los jefes "guerrilleros".

    Es cuestionable, también, que las asociaciones de profesores defiendan su inocencia emitiendo comunicados que esconden las andanzas del mencionado profesor y que narran un caso de persecución injustificada hacia un "profesor e investigador".

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