Es de amplio conocimiento para la comunidad universitaria la preocupante e injusta situación del profesor Miguel Ángel Beltrán, vinculado al Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Humanas. El profesor fue secuestrado en México, acusado de rebelión, señalado como miembro activo de las FARC, con el supuesto alias de “Jaime Cienfuegos” y detenido arbitrariamente en Colombia, en el año 2009. Después de largo juicio y de dos años de encarcelamiento, fue declarado inocente por la justicia colombiana. En este lapso, la Universidad suspendió arbitrariamente su vinculación a la planta por medio de una licencia no remunerada, lo que significó un claro atropello a sus derechos, generando grandes privaciones a su familia, en medio de la angustia de una acusación injusta.
Una vez puesto en libertad, los medios de comunicación continuaron utilizando el denigrante alias y el Procurador General de la Nación emprendió un proceso disciplinario con base en pruebas que ya habían sido superadas en el juicio penal anterior. Lo más grave es que el profesor Beltrán fue amenazado por fuerzas oscuras, una vez retomó sus actividades académicas habituales en la Universidad. Por esta situación y con base en el acumulado de fuentes recogidas en la cárcel para continuar su investigación académica sobre el conflicto armado en Colombia, solicitó una comisión para realizar estudios posdoctorales en el Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), solicitud aprobada por el Consejo de la Facultad de Ciencias Humanas en julio del año 2011. A pesar de haber sido afectado por una prohibición de ingreso a México y la zozobra que generan las amenazas, en desarrollo de la comisión mencionada el profesor Beltrán elaboró un texto titulado “La vorágine del conflicto colombiano: una mirada desde las cárceles”, que será editado con el respaldo académico del CELA. El documento da cuenta de los avances registrados en el año de comisión.
Dado que los estudios posdoctorales no se han concluido -por razones que se salen de las manos del profesor- y principalmente porque el riesgo contra su vida no ha desaparecido, el profesor Beltrán solicitó una prórroga de su comisión por un año más, con suficiente antelación. Debido a un cruce desafortunado de comunicaciones, una ampliación de información solicitada por el Consejo no llegó con suficiente oportunidad y la solicitud del profesor no fue tramitada el semestre anterior. No obstante, es claro que existe un riesgo contra su vida y serán enormes las implicaciones si el profesor Beltrán se ve obligado a regresar al país. A pesar de haber allegado toda la información requerida por el Consejo de la Facultad de Ciencias Humanas, el día de hoy, 25 de julio, este Consejo decidió negar la solicitud de prórroga de la comisión, con la intervención decidida del Decano, a pesar de la argumentación presentada por la Representación Profesoral. Esto obliga al reintegro del profesor Beltrán en los próximos días.
El Comité de Representantes Profesorales de la sede Bogotá expresa su total rechazo a esta negación arbitraria de un derecho que le asiste al profesor Beltrán y de una alternativa institucional que cumple el doble propósito de proteger su vida y facilitar su labor académica en la institución en la que se encuentra realizando su trabajo, en el marco de una estancia posdoctoral. No es posible aceptar un nuevo atropello a un colega que, por el hecho de hacer del conflicto armado colombiano un objeto de estudio, ha tenido que pasar por todo tipo de vejaciones y falsas acusaciones.
El Comité demanda del Consejo de la Facultad de Ciencias Humanas una mayor ponderación con respecto a las consecuencias de su decisión. Solicita una reconsideración urgente, de manera que no someta al profesor Beltrán a un riesgo de vida. Más allá de los criterios académicos que en este caso aplican, se requiere acudir a un principio de protección para uno de los miembros de la comunidad académica por parte de la Universidad.
Bogotá, julio 25 de 2012.
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