Este lunes 21 de septiembre de 2009 se realizó la audiencia de presentación del escrito de acusación por parte del fiscal Ricardo Bejarano contra el intelectual Miguel Ángel Beltrán Villegas. Resulta curioso que un fiscal egresado de la misma universidad del acusado deje de lado los principios éticos impartidos en esa Alma Mater para convertirse en un instrumento del Estado represeor y arremeta contra un inocente en aras de obtener reconocimientos y ascensos.
De nuevo el juego de la policía de los juzgados especializados tratando de impedir la entrada de los acompañantes a la sala de la audiencia, inventado cualquier pretexto para retrasar el ingreso.
Miguel Angel es transportado con las máximas medidas de seguridad, llega fuertemente custodiado , con chaleco antibalas que contrastaba con la camisa roja que estrenaba en esta oportunidad. Los escudos de los guardias del Inpec, más que protegerlo intentan evitar que sus familiares y amigos lo vean ni le tomen fotografías.
Adentro el fiscal Bejarano posa de muy docto en el tema haciendo un recuento de las supuestas pesquisas hechas desde la operación Fénix del 1º de marzo de 2008 en territorio ecuatoriano. Pero ni siquiera su ensayada pose de serenidad y erudición logran tapar las imprecisiones que deja su escrito de acusación. Tanto es así que el delegado de Procuraduría hace notar que no existen hechos, nada fáctico que incrimine a Miguel Ángel. Solo hay alusiones a documentos que nadie ha visto jamás, y que solo quienes han manipulado saben como sacarle truquitos como a un sombrerito mágico para acomodar los cargos imputados. De hecho, ante tantas inconsistencias, que de paso sea dicho el Tribunal también evidenció, ahora se inclinan por darle fuerza probatoria a una memoria USB que le incautaron el día de la arbitraria detención.
Todo esto demuestra lo vago de la acusación y el afán por acomodar la red para no dejar ir entre los dedos el chivo expiatorio que les puede dar renombre, así sea a costa de la condena a un inocente y la masacre psicológica y social a una familia. La familia de Miguel Ángel Beltrán también está secuestrada, pero por el Estado irracional y obsesivo por el poder.
Si la defensa no reprochó filigrana del escrito de acusación, Miguel Ángel si fue enfático en decir “sinceramente no (entiendo)”, ante la pregunta de la juez sobre si entendía los hechos por los cuales se le acusaba.
Dentro de la colección de violaciones en este proceso, ese escrito de acusación soslaya el Principio de Congruencia por su falta de claridad. Señor fiscal, no hizo bien la tarea y así, cuando falle lo van a dejar solito haciendo el trabajo sucio.
Gustavo Gallardo, abogado defensor cuestiona que el texto afirma que se hallaron algunos computadores portátiles y se sometieron a unos exámenes. De nuevo imprecisiones. Solicita copia del programa metodológico que se llevó para la investigación y los portátiles para ser analizados por los peritos de la defensa. Peticiones a las cuales se niega el fiscal, quien ya no luce tan seguroi. Viola entonces el principio de Igualdad de Armas. La defensa igual deja constancia que no acepta la USB como prueba y que en otra oportunidad argumentará sus razones.
Entre tanto, afuera se escuchan las cornetas y las consignas de apoyo al profesor Miguel Ángel. Una vez finalizada la audiencia, con citación para el día 2 de octubre a las 2:00 p.m. los guardias del Inpec y la policía intenta entorpecer la labor de registro fotográfico. Los asistentes desahogan su impotencia ante tanta injusticia vociferando consignas que piden justicia independiente, actuación de la Corte Penal Internacional, ética en el fiscal y reconocimiento del error que han cometido. Además protestan por los hostigamientos a la familia.
Ya en las afueras, el Inpec estaciona una camioneta verde tipo furgón simulando que por allí lo sacarán para despistar las protestas de los asistentes, pero en realidad lo sacan por el parqueadero a una camioneta 4x4 de vidrios polarizados, sin percatarse que por entre las hendijas todos han visto lo ocurrido.
Laq sensación que queda es que es un caso amañado sobre supuestos que deben hacer parecer como algo real, pero las inconsistencias van quedando sueltas por ahí y una vez los cimientos les fallen la verdad saldrá a flote.
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