“Ad portas” de finalizar la primera década del siglo XXI, Colombia llega entregada al más nocivo sectarismo, representativo de la polarización que vivimos y que ha condenado al país a medio siglo de conflicto, con un recaudo de centenares de muertos, desaparecidos, desplazados, viudas, huérfanos y minusválidos.
Sin embargo, la lección aún no se aprende y esa visión obtusa se hace caldo de cultivo para atizar el “fuego cruzado” en todas sus manifestaciones. Prueba de ello es el boletín autodenominado B1, en el cual se sigue satanizando el pensamiento crítico.
Esta nación debería aprender a entrar en conflicto y así mismo dirimirlo. La sociedad no debe temerle al conflicto, pues, desde una perspectiva dialéctica, le daría dinamismo en aras de superar tantas inercias. Pero, contenidos como los de B1 demuestran que algunos sectores siguen aferrados al modelo de sociedad hermético y, por ende, estático.
De cualquier forma, si nosotros propendemos por la libertad de ideología, pues, no podemos condenar las demás lógicas de pensamiento, aunque nos parezcan retrógradas. En ese sentido, esa posición nos da la investidura para exigir que no se condene al paredón a quienes, por capricho del anterior gobierno, de la noche a la mañana nos vemos inmersos en la defensa jurídica y del buen nombre de un familiar, cuyo gran delito ha sido estudiar desde una perspectiva académica, el conflicto colombiano, sus causas y sus consecuencias.
Calificativos de “asesino” , para un intelectual, es más que significativo del tipo de sociedad que tenemos. Lo preocupante es que estas publicaciones funjan como disparos a “boca de jarro” sobre mentes desprevenidas que asumen como verdad todo lo que allí está consignado.
¿Hasta cuándo seguiremos en Colombia tomándonos la justicia por nuestras propias manos? Acaso el “Principio de presunción de inocencia” y el “debido proceso” son letra muerta?
El profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, a la luz de la justicia colombiana e internacional, es un sindicado y todos los cargos imputados son objeto de discusión. Por tanto, los autores anónimos del pasquín B1, no tienen derecho a confundir a la opinión pública, dando por hecho que todos los supuestos correos son reales y que esos textos en archivo Word no han sido objeto de manipulaciones.
Amparados en un principio de igualdad, nos permitimos manifestar la plena convicción de su inocencia, en la medida en que no existen pruebas tangibles para acusarlo ni circunstancias de tiempo, modo y lugar que puedan implicar al Dr. Beltrán.
Denunciamos estos folletines como una manifestación de guerra sucia que busca confundir a la opinión pública, pero por sobre todo, que atenta contra la integridad física y mental del profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas y toda su familia.
Fundamentalmente, nuestro llamado es a la cordura, la tolerancia y el respeto por la dignidad del ser humano. En brindar espacio a la diferencia, el reconocimiento del “otro”, hará de nuestra sociedad una más consistente y minimizará el nivel de agresividad que nos condena al ostracismo. Ahora más que nunca, consideramos que el silencio no es una alternativa.
FAMILIA BELTRÁN VILLEGAS
miércoles, 3 de noviembre de 2010
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Ánimo profe. Nosotros creemos en usted y lo apoyamos. Seguimos aprendiendo con su ejemplo y dedicación, amor al conocimiento y un mundo mejor.
ResponderEliminarun video de apoyo:
ResponderEliminarContinúa el proceso contra el profesor Miguel Ángel Beltrán
http://elturbion.modep.org/drupal/node/2973
“aunque la prisión parece una tumba no lo es, por más que los carceleros pretendan inmovilizar nuestros cuerpos y sepultarnos la esperanza“
ResponderEliminarFragmento carta de Miguel Ángel a su hijo Ernesto .
El primero de mayo marcha por la libertad del profesor miguel Ángel Beltrán, un falso positivo judicial del régimen de Uribe
Pieza comunicativa realizado por la censura sin censura y uramba tve
http://db.tt/Byt508k